Diario semanal de Chaskido, un aspirante canino a auxiliar de vuelo

Diario semanal de Chaskido, un aspirante canino a auxiliar de vuelo

1er capítulo: Quién se esconde tras estas pezuñas.

"Un, dos, tres, probando, probando; ¿alguien recibe ahi afuera mis pataditas sobre el teclado?"
Disculpen mi rudeza escribiendo, carezco de falanges en las extremidades y, por su puesto, de su elegancia. Como sabueso inquieto y cría macho único así fui concebido, razón que me lleva a buscar compañía ajena con esmero, preferiblemente de otra raza animal. Por ejemplo resulta que uno de mis amigos, Rifagante, sueña el que relincha, es rocinante obstinado de pura cepa galaica. Todas las semanas acude a su entrenamiento competitivo. Proturbo, así se apoda quien ha de sostener riendas para cada carrera, lo azota con ofertas pegadizas de telefonía , haciendo honor a su desempeño laboral en electroventas. De semejante manera obtiene Proturbo un máximo rendimiento en carne de potro sacrificado para cada batalla.
Pero mi inspiración vital no contempla seres animados "corrientes", sino el aire, flotación de Helio en globo o son ánades que vuelven las nubes chocolate, se ríen de su propia desventura entre dientes. Por qué no, todos tenemos un sueño. Que puedo volar, una oreja le expone a otra. Si aceptaron a Dumbo como ser entrañable aqui estaré yo igualando laureles.
Desde pequeño se reconoce uno con sus características. Ya a la edad de 6 meses comienzo a trepar como si fuera un felino y luego despliego mis alas: columnas, embarcaciones de gran eslora, elevados edificios... Pero nunca era suficiente, sobretodo de cara al planeo posterior desde semejantes alturas. Siempre de arriba a abajo: era algo asfixiante, agotadora impotencia de vuelo. Hasta que brota en mi la inspiración: una imagen definitiva, vuelos baratos desde Santiago de Compostela hasta Londres (10 euros). ¿Será posible? ¿Qué clase de métodos utilizan para reducir costes? ¿Acaso a estas compañías ligeras de cascos no les debería interesar un tripulante barato?
Alguien como yo que carece del derecho a salario y se restringe a una comida de vez en cuando.
Por fin di con un pellizco de suerte. Ahora busquemos formación y ofertas de empleo. Desde aquel momento hasta la actualidad he estado tomando clases en una academia especializada y se contempla cerca el futuro azafato que me espera... Pero esa es otra historia para otro extremecedor capítulo. ¡Que os lo voléis bien hasta entonces y no comáis perdices, os lo ruego.